¿Por qué sientes dolor en una Cicatriz Quirúrgica?
Es bastante común que, tras una cirugía, la zona de la cicatriz siga molestando o incluso duela tiempo después. El dolor de una cicatriz quirúrgica ocurre porque, durante el proceso de curación, el cuerpo reconstruye los tejidos generando una especie de «malla interna». Aunque esta respuesta es natural y busca reforzar la zona, a veces ese tejido cicatricial puede presionar nervios, vasos sanguíneos u otras estructuras cercanas.
Cuando esto sucede, es fácil que aparezcan sensaciones incómodas como hormigueo, pinchazos, tirantez o dolor, ya sea en la propia cicatriz o incluso alrededor de ella. Además, esta presión también puede afectar la circulación o la movilidad del tejido, dificultando que la zona se recupere del todo de forma funcional.
¿Cómo podemos tratar el dolor de una Cicatriz Postquirúrgica?
| Desde la fisioterapia, existen distintas formas de abordar el dolor que puede dejar una cicatriz postquirúrgica. Uno de los métodos más conocidos es el masaje transverso profundo, también llamado masaje tipo Cyriax. Aunque puede resultar útil en algunos casos, sobre todo cuando hay adherencias superficiales, no siempre es suficiente para tratar zonas más profundas o tejidos que han perdido su capacidad de deslizamiento en distintas capas. | ||||
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En nuestra clínica de Fisioterapia en Alcorcón trabajamos con un enfoque más profundo y respetuoso con los ritmos del cuerpo: la Liberación Miofascial. Esta técnica consiste en estimular manualmente el tejido de forma muy suave, sin forzar, permitiendo que sea el propio cuerpo el que recupere su movilidad de manera progresiva y natural. Es un tratamiento no invasivo, seguro y muy respetuoso, que se puede empezar a aplicar a partir de las seis semanas tras la intervención quirúrgica, siempre que la piel esté bien cicatrizada. Gracias a este enfoque, ayudamos a que la cicatriz recupere su elasticidad y a que los distintos planos de tejido vuelvan a deslizarse entre sí sin molestias ni tensiones innecesarias. | ||||
Cicatriz Quirúrgica y Dolor
| Las cicatrices quirúrgicas que pueden provocar más dolor o sensación de tirantez son: |
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Cicatriz de Cesárea e Histerectomía
Es una zona que está sometida a mucho movimiento ya que la maternidad es muy solicitante. Darle el reposo necesario a veces es imposible y puede ser especialmente molesta.
Cicatriz de Tiroides (Tiroidectomía)
| El dolor y la molestia aparecen normalmente más en las cervicales que en la propia cicatriz aunque también puede sentirse con una tensión al movimiento. |
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Cicatrices por cirugía de Cáncer de Mama
| Son de las cicatrices más molestas y limitantes. Se nota esa tensión más marcada en el movimiento de los brazos. Descompensa la postura y limita el movimiento. Tiene un alivio muy rápido tras el tratamiento. |
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Cicatrices articulares postquirúrgicas (hombro, rodilla y cadera principalmente)
| La técnica quirúrgica más habitual es la artroscopia. El realizar solo unas pequeñas incisiones reduce el riesgo de infección pero no mejora la falta de movimiento del tejido tras la cicatrización. El tratamiento ayuda a mejorar la movilidad de la articulación y eliminar la sensación de tensión. |
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Cicatriz de Cirugía de Hernia Discal
| La columna vertebral es el eje principal que soporta todo nuestro peso y mantiene la postura. Las cicatrices en el cuello de las hernias discales cervicales y en la fascia toracolumbar en las hernias discales lumbares comprometen el sistema. Pueden producir molestias, tensión y alterar la postura. Es importante su tratamiento. |
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¿Qué resultados puedo esperar del tratamiento fisioterapéutico para el dolor de una cicatriz quirúrgica?
El tratamiento fisioterapéutico especializado en el dolor de una cicatriz quirúrgica puede ayudar a aliviar diferentes molestias asociadas a las cicatrices postquirúrgicas. A continuación, te explicamos cómo:
Dolor en la cicatriz quirúrgica
Una de las causas más frecuentes de dolor en una cicatriz quirúrgica es la fibrosis que se forma bajo la cicatriz. Este tejido, más denso, puede llegar a comprimir estructuras importantes como nervios o pequeños vasos sanguíneos. Cuando esto ocurre, el resultado suele ser el mismo: dolor, ya sea en la propia cicatriz o alrededor.
Gracias a la técnica de Inducción Miofascial, en muchas ocasiones conseguimos que el dolor disminuya significativamente e incluso desaparezca en pocas sesiones.
Sensación de tirantez o rigidez
El tejido cicatricial no tiene la misma elasticidad que el tejido original. Además, puede quedar adherido a capas más profundas, dificultando su movilidad. Esta falta de deslizamiento entre tejidos genera esa sensación de tensión o rigidez tan incómoda.
Con un abordaje adecuado sobre la fascia, conseguimos que la piel y los tejidos recuperen parte de su movilidad y se sientan más naturales.
Restricción de movimiento en zonas cercanas
Cuando la cicatriz quirúrgica está cerca de la articulación o afecta a las cadenas musculares, puede limitar el movimiento global. Es bastante común, por ejemplo, que tras una operación de cáncer de mama, el hombro pierda su movilidad.
Mediante el trabajo fascial, ayudamos a que estas restricciones se liberen, permitiendo recuperar la amplitud del movimiento y mejorar la funcionalidad.
La importancia de tratar las cicatrices quirúrgicas
En definitiva, una cirugía puede ser clave para recuperar la salud, pero no está exenta de efectos secundarios que, aunque comunes, no debemos normalizar si provocan molestias o dolor en la cicatriz quirúrgica.
El tratamiento de Inducción Miofascial, aplicado por un fisioterapeuta especializado, puede aliviar y resolver muchas de estas secuelas en pocas sesiones, ayudando al cuerpo a recuperar su equilibrio y funcionalidad de forma respetuosa y eficaz.
