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Los pinchazos son unos de los síntomas más frecuentes y molestos que siente el paciente después de su cirugía en la zona de la cicatriz. 

Que sea un síntoma habitual no significa que debamos resignarnos y aceptar el síntoma.

Con un tratamiento adecuado podemos recuperar una sensación más normal y acelerar el proceso de recuperación del tejido.

Tratar una cicatriz es siempre recomendable ya que devolverá el movimiento natural a los tejidos y proporcionará salud a la zona.

¿Cuál es la causa de pinchazos en una cicatriz?

Sentir pinchazos, tirantez o sensaciones extrañas en una cicatriz es algo más común de lo que parece, sobre todo cuando el tejido aún está en proceso de cicatrización. Estas molestias suelen deberse a ciertas alteraciones en los tejidos que rodean la zona de la cicatriz. Aquí te explico las más habituales:

Atrapamiento nervioso:

Cuando los nervios que pasan cerca de la cicatriz quedan atrapados o comprimidos por el tejido cicatricial, pueden aparecer pinchazos, sensaciones de quemazón, hormigueo o incluso dolor más intenso. Este tipo de atrapamiento altera la sensibilidad normal de la piel y puede generar molestias persistentes si no se trata adecuadamente.

Atrapamiento vascular:

Además de los nervios, los vasos sanguíneos también pueden verse comprometidos. Si el tejido cicatricial comprime estas estructuras, la circulación se ve afectada. Esto puede provocar no solo pinchazos, sino también cambios de temperatura, coloración, sensación de frío en la zona o una recuperación más lenta del tejido.

Adherencias en los planos de tejido:

Las adherencias entre distintas capas del tejido (como piel, fascia y músculo) pueden limitar el movimiento natural y generar tensiones internas. Esta falta de deslizamiento entre los tejidos puede causar tirones y, por supuesto, los molestos pinchazos que muchas personas notan al moverse o incluso estando en reposo.

Para la evolución adecuada de estos síntomas es importante consultar con un fisioterapeuta especializado en tratamiento de cicatrices que evalúe el origen y aplique la terapia adecuada.

 

¿Cómo solucionar los pinchazos en la cicatriz?

Existen distintos enfoques que pueden ayudarte a mejorar las sensaciones incómodas, como los pinchazos en una cicatriz. La clave está en tratar el tejido una vez que la herida esté completamente cerrada y adaptarse al momento en el que se encuentra tu cuerpo. Aquí te comparto algunas herramientas efectivas:

 

1. Fisioterapia

La fisioterapia cuenta con múltiples técnicas que pueden ayudarte a aliviar los síntomas y mejorar la calidad del tejido cicatricial.

Una de las más utilizadas es el masaje transverso profundo tipo Cyriax, que ayuda a despegar la cicatriz de los planos más superficiales y a recuperar la movilidad del tejido.

Sin embargo, nuestra técnica recomendada es la Inducción Miofascial: un tratamiento natural que trabaja siguiendo el movimiento y las tensiones del cuerpo. Con esta técnica, se puede llegar incluso a los planos más profundos, liberando el tejido de manera respetuosa y efectiva.

También se puede aplicar Kinesiotape (esas bandas adhesivas de colores que seguro has visto), que ejerce una tracción muy suave sobre la piel, ayudando a despegar los planos superficiales y mejorar la sensación general en la zona.

2. Ejercicio terapéutico

Cada vez hay más estudios que respaldan el poder del movimiento en los procesos de recuperación, incluso después de una cirugía.
El ejercicio bien dirigido informa al cuerpo sobre la dirección de las tensiones, lo que favorece que las fibras de colágeno en la cicatriz se orienten correctamente. Esto no solo ayuda a evitar restricciones futuras, sino que también previene que se formen adherencias que puedan atrapar nervios, vasos o fascias, generando molestias como pinchazos o tirantez.

 

3. Desensibilización neurológica

Cuando la sensibilidad está alterada, es fundamental ayudar al sistema nervioso a reajustarse. Para eso, lo más importante es no evitar tocar la zona.

Si dejas de estimular la cicatriz, podrías perpetuar la alteración de sensibilidad. En cambio, acostúmbrala poco a poco al contacto: pasa por encima diferentes texturas (una tela, un cepillo suave, una esponja), juega con temperaturas seguras (frío y calor moderado) y hazlo de forma consciente.

Una práctica muy útil es masajear la zona con los ojos cerrados, prestando atención a la sensación que te genera. Esto ayuda al cerebro a integrar nuevamente la cicatriz como parte del cuerpo, acelerando la recuperación de su sensibilidad normal.

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En Conclusión, puedes conseguir recuperar la sensación normal en tu piel tras una cirugía y dejar de sentir pinchazos en una cicatriz

Sentir pinchazos en una cicatriz no es raro, pero tampoco es algo que debas ignorar. Con las herramientas adecuadas y un enfoque progresivo, puedes ayudar a tu cuerpo a liberar el tejido y recuperar la sensación normal.

 

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